Siempre me encantó maquillarme. Desde muy chica probaba todos los cosméticos de mamá. En el cole secundario , más de una vez me mandaron a lavar la cara x tener rimmel y delineador. Más tarde entré en Ciencias Exactas en la UBA. Producida y maquillada. Seleccionados los equipos para cada día de la semana. No entendía nada y no pegaba ni por casualidad. Ni siquiera me tiraban los perros. Todos nerds!

Todo esto fue hace mucho. Me pasaron miles de cosas. Cambios de trabajo, casamiento, hijos, estudio, alegrías, frustraciones. Siempre con el portacosméticos cerca. Dilsimular los estragos del llanto, Acentuar a full la euforia. Rimmel, rubor y gloss, Chicos al jardìn. Rimmel , rubor y gloss. Escuela primaria. Rimmel, rubor y gloss; secundaria.
Un día de frustraciòn laboral decidí contrarrestar y me anoté en mi primer curso de maquillaje -contrarrestar es mi sistema natural de defensa-. Esa vez funcionó. Hice + cursos. Allí conocí a Susana, nos hicimos amigas y nos asociamos para maquillar y asesorar. Aquí estamos con el brochero siempre a mano.